Las primeras tres cajas de Coca Cola en botellas de vidrio que llegaron a Ecuador en 1927 fueron el inicio de un negocio que ahora aporta un 1 % del producto interno bruto (PIB) del país.
El peso de esta industria en la producción y riqueza del Ecuador tiene números concretos con el reporte de impacto socioeconómico del sistema Coca Cola en el país, elaborado por la consultora internacional Steward Redqueen.
Son $ 1.200 millones que genera de valor agregado el sistema Coca Cola para la economía ecuatoriana, de acuerdo con los resultados del informe presentado por la compañía y Arca Continental.
Eso comprende $ 410 millones del propio sistema Coca Cola y de eso el 75 % son compras de bienes y servicios a proveedores ecuatorianos. Más $ 135 millones de proveedores de etapa inicial y $ 128 millones de proveedores de los proveedores.
Y en la fase posterior: $ 141 millones de generación de impuesto al valor agregado (IVA), $ 227 millones de proveedores de puntos de venta y unos $ 117 millones de proveedores de distribuidores de puntos de venta.
Encadenamiento productivo y pago de impuestos
Los $ 302 millones que la empresa compra a proveedores ecuatorianos representa un alto encadenamiento productivo del 75 %, destacó el exministro de Producción y Comercio Exterior, Julio José Prado, quien hizo la explicación del estudio.
Además de la alta generación de valor, pues indicó que aunque se puede pensar que en un envase hay una fórmula secreta y agua, “en cada botella que se consume el 87 % es valor agregado”. Y hay doce sectores involucrados: plástico, transporte, azúcar, servicios financieros, agrícola…
El gerente general de Coca Cola Ecuador, Daniel Moritz (d), junto a Abelardo Gudiño, Guillermo Adam, María Paz Jervis, Guido Varela y Julio José Prado, en la presentación del reporte de impacto socioeconómico. Foto: Cortesía Coca Cola
En impuestos se cuantifican $ 426 millones generados al Estado, entre todo el sistema Coca Cola que incluye proveedores, y que significarían un 3,2 % del ingreso fiscal del 2023, que es el año que toma en cuenta el estudio que se enfoca solo en las bebidas, gaseosas y lácteos que se producen en tres plantas embotelladoras de Coca-Cola y una planta de lácteos, Tonicorp, ubicadas en Quito, Guayaquil y Santo Domingo.
Otro aporte resaltado en el estudio son los 8.801 empleos directos que genera todo el sistema Coca Cola en Ecuador y que por cada uno de ellos se tienen siete empleos indirectos (64.900).
Ecuador está en el top 40 de la marca
Ecuador está dentro de los 40 países más relevantes en el ranking de mercados a nivel mundial de la marca y es uno de los ocho más importantes para Latinoamérica, indica el gerente general de Coca Cola Ecuador, Daniel Moritz.
Para él, la clave ha estado en entender al consumidor ecuatoriano y considera que la verdadera transformación ocurre cuando una marca global se conecta con las realidades locales de manera auténtica. “Apostamos por Ecuador porque creemos en su gente, en su capacidad de transformar, en su diversidad y en el potencial de crecimiento compartido”.
Trabajar junto a otros: proveedores, emprendedores, comunidades y aliados, es lo que permite generar un impacto positivo y duradero. “Nuestro objetivo es hacer crecer esa fuerza transformadora que vive en cada rincón del país, aportando valor a la economía, a la industria y a las personas que confían en nuestras marcas”, comenta.
Sistema Coca Cola
Coca Cola es una empresa global que opera a escala local. La marca indica que puede crear alcance global con un enfoque local gracias a la fortaleza de la cada de suministro que comprende la compañía y sus socios embotelladores en todo el mundo.
Su sistema opera a través de múltiples canales locales. La principal vía por la que sus productos llegan al mercado comienza con Coca-Cola, que fabrica y vende concentrados, bases para bebidas y jarabes a las plantas embotelladoras y estas envasan, comercializan y distribuyen las bebidas finales de marca a los clientes y distribuidores, quienes a su vez venden a los consumidores.
Todos sus socios embotelladores colaboran estrechamente con los clientes: supermercados, restaurantes, vendedores ambulantes, tiendas de conveniencia, cines y parques de atracciones y otros, para implementar estrategias locales desarrolladas en colaboración con la empresa. (I)