El medio de lo que fue el triunfo de Barcelona SC en el Clásico del Astillero frente Emelec (0-4), los hinchas azules, ubicados en la general de la avenida Quito, se cargaron en contra del portero canario Ignacio de Arruabarrena, lanzándole más de 10 botellas de vidrio, lo que provocó que se suspenda el partido temporalmente.
Pese a estar en riesgo su bienestar, el portero uruguayo recibió críticas por parte de cierto sector de la prensa, quienes afirmaron que la insistencia del charrúa de entregar las botellas que le caían al colegiado era para “perder tiempo de juego” y “sacar ventaja”, lo cual el futbolista rechazó completamente.
En su cuenta de X (antes Twitter), el uruguayo se jactó que su integridad y la de sus compañeros de profesión nunca estuvo bien resguardada y exigió medidas que eviten que se repita estas situaciones.
“Increíble. Llovían petacas de vidrio, pirotecnia. Estamos tan mal acostumbrados que se piensa que yo quería sacar ventaja. Esta gente ‘periodista’ lo único que hace es fomentar el odio y la violencia”, inició en su comunicado el golero.
“Nunca se protegió la integridad de los que estábamos en cancha, porque estas botellas podrían hacer golpeado en los fotógrafos, en los alcanza pelotas, en los periodistas, en mi o en cualquier jugador”, agregó.
“Esto no es un tema de colores. En una liga seria no puede pasar lo que pasó ayer en el clásico más importante del país”. Finalmente, llamó a la reflexión sobre la cultura de la violencia en los estadios: “Cuando está en juego la integridad física, ahí hay que solidarizarnos entre todos. Comentarios como ‘acá es siempre así, no seas cagón’, no pueden ser así. Hay cosas que tienen que cambiar”, sentenció de Arruabarrena.